EL “DEBER SER” SOBRE EL MAT.
- Devotayoga
- 14 mar 2023
- 2 Min. de lectura
Cuántas veces nos impulsa el hecho de querer “hacer lo que se debe hacer” en la práctica. Las posturas perfectamente ejecutadas, la estructura bien aprendida, la X cantidad de veces por semana de tal o cual serie, etc; la certeza y solidez de un algo que lo rige y ordena todo, porque “así es lo correcto”, “así se hace”.
Pero qué significa esto en realidad?
Existe una forma “debida” de practicar, y por lo tanto, otra que no lo es?
A mi parecer, cuando recién nos iniciamos en el Ashtanga, es muy atractivo que todo esté tan visiblemente estructurado. Lo rutinario me contiene y me da seguridad, se respira un aire de “control”. Hasta que se acaba.
Algo por grande o pequeño, tarde o temprano, rompe la ilusión del camino recto y aparece la confusión.
A veces acontece por algo drástico, como una lesión y otras , surge como pequeñas y constantes dudas que, con el tiempo y algo de reflexión, lejos de disiparse, se agudizan.
Estas últimas pueden sonar como “ es que la/el Profe me dijo que se hacía esto” versus otra versión , ó “pero antes se hacía de otra forma“, “es que ahora se hace así”, y bla , bla , bla…
A qué responden estas afirmaciones? Muchas veces a convenciones.
Eso significa que una o más personas estipularon que “así sería “
Tod@ practicante “debe” seguir todas esas formas y dictámenes o deja de ser un practicante serio de Ashtanga? Está de perogrullo decir que no. Sin embargo, es tan fácil atascarse en esta sarta de absolutos (o que parecen serlo) que nos olvidamos de observar nuestra mejor brújula: mi propio sentir.
Por ejemplo:
Me hace bien practicar, en este momento de mi vida, 6 días a la semana?.
Me hace bien practicar, en este momento de mi vida, 2 horas diarias o realmente quedo completamente exhaust@ como para seguir con el resto de mis compromisos cotidianos?
Tengo dolor agudo y punzante en X articulación, y decido forzarla para ejecutar la postura “como es” ?
Busco aprobación constantemente?
Mi Profe, me impone o me acompaña? Y cómo me siento al respecto?
Siento respeto o miedo por mi Profe?
Me comparo con otr@s practicantes que hacen las posturas “como son”?
Me hace bien que mi entorno yogui me pregunte permanentemente en “qué postura voy”?
En fin, podría escribir un montón de ejemplos que yo misma, por supuesto, he vivenciado.
Un espacio de liberación, transformado en prisión.
Para demostrar qué? A quién? Por qué?
Pienso que lo "debido" no es más ni menos que la concordancia entre la vida real y la práctica. Tú vida, tus necesidades. Tú práctica en armonía con aquello.
Y nadie puede saber más de eso que tú mism@.
Pararnos sobre el mat desde la honestidad y transmitirla a mi Guía para que pueda acompañarme.
Practiquemos Siendo, no debiendo.
Comments